Con
el sexto Roca
Rey realizó
una vibrante labor frente a un nada sencillo astado de Conde
de Mayalde,
que punteaba y cabeceaba continuamente queriendo toparse con la
muleta. Acertó magistralmente el peruano en toques, colocación y
distancia para realizar un trasteo de tremendo valor y de gran
variedad. Series emocionantes sobre el pitón derecho, pasándose muy
cerca al astado. Roca Rey toreó también al natural sobre la mano
derecha, ejecutó muletazos genuflezos, inspiración en los remates,
cambiados por la espalda a mitad de serie, ... Un derroche de poderío
y facultades que sólo la espada se encargó de dejar sin premio, a
pesar de que el joven novillero se tiró a matar derecho, saliendo
milagrosamente ileso. La ovación que tributó la plaza en pie a Roca
Rey tras
arrastrarse el novillo demuestra que Madrid se entregó y reconoció
la grandiosa tarde del peruano en Las Ventas, que dejó patente su
sello y reafirmó las sensaciones que le permitieron salir a hombros
hace un mes.
FICHA
DEL FESTEJO
Plaza
de Toros de Las
Ventas (Madrid).
Feria de San Isidro. Más de tres cuartos de entrada en tarde soleada
y calurosa. Se lidiaron novillos de Conde
de Mayalde,
de extraordinaria presentación y escaso juego, salvo el cuarto, de
gran condición, fuertemente ovacionado en el arrastre.
Posada
de Maravillas: silencio y oreja.
Clemente:
silencio en ambos.
ANDRÉS
ROCA REY: palmas y gran ovación con saludos desde el tercio.
Roca Rey saludó a su primero de una vistosa manera con el capote a la espalda, intercalando tafalleras, gaoneras y faroles sin enmendar su planta del albero venteño. Quitó de forma primorosa por chicuelinas y dejó como remate una larga a ralentí que hizo rugir Las Ventas. El castaño de Conde de Mayalde tuvo una gran calidad pero se acabó prontísimo en la muleta del peruano, que dejó dos series de naturales suavísimos y muy templados, demostrando que es valiente pero que también torea como los ángeles.
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